Espejo de la realidad y del alma

Oscar Wilde afirmaba que el arte nos conduce siempre a una forma de ejercicio autobiográfico. Ver belleza donde pareciera no haberla es un síntoma de la inteligencia y sensibilidad que guarda dentro de sí el espectador.

Algo parecido decía George Bernard Shaw, para quien el arte es un espejo donde vemos nuestra alma. De esta forma, el arte se entiende como una vía para preguntarnos acerca de las cosas del mundo y de nuestra propia existencia. Aunque sea de tema futurista, fantasioso o evoque lugares y motivos exóticos, el arte es siempre un permanente llamado de atención a las condiciones de la actualidad y de lo que hacemos en la sociedad de hoy.

Todo verdadero arte es una conciencia que, como el diablillo y el ángel desde nuestros hombros, trata de convencernos para mantener abiertos los ojos. Sabemos que el mundo de hoy no es el lugar ideal que la humanidad ha anhelado. La creciente contaminación producida por los procesos industriales, la devastación de bosques y mares, el aumento desmedido de desechos y la permanente agresión a la calidad del aire nos ha llevado al punto de afirmar que el planeta tiene sus días contados.

Esta alarmante situación no ha sido ignorada por los artistas quienes, en una actitud de levantar su dedo índice para señalar el problema, han usado su creatividad para alzar la voz contra el flagelo que acecha al medio ambiente. Quizás puedan entenderse las propuestas de Duchamp o Warhol en el empleo de elementos industriales para ponerlos en el lugar de la obra de arte, como antecedentes de esa crítica hacia la idea del consumo y la excesiva producción seriada.

El arte de convertir basura en belleza

El llamado Trash art es un movimiento artístico que ha ganado seguidores a lo largo y ancho del mundo y tiene como objetivo la creación de obras de arte a partir del empleo de materiales obtenidos de la basura. Su fundamento ideológico es evidente y consiste en mostrar la irracionalidad de la lógica subyacente en el pensamiento del usar y tirar que rige a la sociedad de consumo. Quizás el Trash art o cualquier otra manifestación artística caracterizada por el reciclaje de materiales no sea más que un redescubrimiento de algo que ya el arte universal sabía de antemano: que la obra de arte es eterna y no se elabora bajo los criterios de la obsolescencia programada con la cual se fabrican los productos de hoy. Con una obra de Trash art se patentiza la idea de darle nueva vida a los desechos, reusándolos y reutilizándolos en atractivos objetos que ahora serán obras de arte. El verdadero arte siempre ha sido respetuoso del medio ambiente. Es sostenible, hecho para durar y nos sirve de lección y voz de alerta para estar atentos ante las injusticias del mundo. Estas cualidades benéficas del arte puedes apreciarlas en la Galería Privada de Arte Artur Ramón, especialistas en el campo del arte quienes realizan su labor de investigación, gestión y tasación de obras de arte con pasión y rigor. En Artur Ramón saben ver la belleza y eso representa una valiosa y necesaria práctica en el mundo de hoy. Con el arte no perdemos la esperanza y damos un paso adelante para hacer del planeta un lugar mejor. Contacta aquí para más información.