Desde el año 2013, cualquier vivienda, oficina o local en España debe disponer del certificado energético, también llamado certificado de eficiencia energética. Esta certificación indica cuáles son las características energéticas de la vivienda y el nivel de consumo y emisiones necesario para que sea eficiente y ahorrar energía. 

Qué es el certificado energético

El certificado energético consiste en un documento oficial, elaborado por un técnico profesional. Después de visitar la vivienda, el especialista califica y evalúa todos los elementos que componen las características energéticas de un inmueble. Algunos de estos factores serían la calefacción, la iluminación o la producción de agua caliente. Además, este expediente también debe reunir todas las recomendaciones para que la vivienda sea completamente eficiente. 

Por otro lado, este documento incluye una representación gráfica denominada etiqueta energética. Esta imagen expresa la calificación del inmueble a través de una escala de siete letras que va de la A a la G. Estas letras están asociadas a diferentes colores, en función de las emisiones de dióxido de carbono y del uso racional y eficiente de la energía. La A, corresponde a un color verde oscuro y está considerado como el nivel más eficiente energéticamente y, la G al color rojo, que hace referencia al peor desempeño energético. Cabe destacar, que esta etiqueta tiene una validez limitada, concretamente de diez añoscertificado energético

¿Cómo mejorar la calificación energética?

El certificado energético permite conocer qué medidas se pueden llevar a cabo para ahorrar energía, gracias a las recomendaciones del profesional que realiza la inspección. Las acciones que pueden llevarse a cabo son las siguientes:

  • Aislamiento térmico: mejorar el nivel de aislamiento e instalar ventanas aislantes, permite reducir la demanda de calefacción y refrigeración. Como consecuencia, se puede conseguir un gran ahorro energético de hasta un 50%. 
  • Cambiar la ubicación o material de las ventanas: eliminar los puentes térmicos desfavorecedores que puedan provocar fugas térmicas y cambiar el material de las ventanas por otro más eficiente. 
  • Sustituir calderas y equipos de climatización: instalar calderas de condensación o paneles solares térmicos, se puede alcanzar un ahorro de hasta el 30%. 
  • Ajustes de termostato: en caso de no poder cambiar el sistema de calefacción, se puede regular el termostato y los controles para la calefacción y el agua caliente sanitaria. De este modo, se podrá garantizar la optimización de su funcionamiento. 
  • Fuentes de energía sustentable: escoger una fuente de energía renovable puede provocar un cambio drástico a nivel energético.