El precio de la luz se ha convertido en una de las preocupaciones más presentes en el último año en España. Para evitar gastar más energía de la que se necesita, la decisión a la hora de escoger la mejor tarifa posible no solo dependerá del precio, sino también del tipo de consumo de la vivienda. Por eso, contratar la mejor tarifa eléctrica adecuada a las necesidades de cada consumidor y ver si realmente compensa, es básico para ahorrar en la factura de luz.
Tipos de tarifas eléctricas en el mercado español
A la hora de contratar una tarifa de luz se deben tener en cuenta todas las opciones existentes en el mercado energético. Además, desde 2009, los usuarios pueden escoger tanto la tarifa eléctrica que deseen como el mercado que prefiere.
- Mercado regulado: solo existe la tarifa regulada o PVPC, cuyos precios cambian cada hora de cada día y están supervisados por el Gobierno. Esta tarifa se recomienda a aquellos usuarios que tienen una potencia contratada no superior a 10 kW y utilizan los aparatos eléctricos a cualquier hora del día.
- Mercado libre: las propias comercializadoras fijan el precio en base a la evolución del precio de la luz y existen tres tarifas distintas:
- Tarifas con precio fijo: son aquellas en las que el precio del kWh se mantiene estable las 24 horas del día. Este tipo de tarifa se aconseja a aquellos consumidores que realizan un consumo regular a cualquier hora del día.
- Tarifas con discriminación horaria: el precio del kWh varía en función de la franja horaria y se distinguen tres períodos: la hora valle que es el tramo más barato, la hora llana que tiene un coste intermedio y, la hora punta que es la franja más cara. Esta tarifa está pensada para usuarios que pueden centrar el consumo en las horas valle.
- Tarifas a precio de mercado: hacen referencia a las tarifas indexadas que establecen el precio que marca el mercado y las empresas añaden una cuota mensual.
¿Cómo escoger la mejor tarifa eléctrica?
A la hora de escoger la mejor solución, además del tipo de tarifa hay que tener en cuenta también los siguientes aspectos:
- Potencia contratada: es un coste fijo y es totalmente independiente del consumo que se realiza. Cuanta más potencia, mayor será el gasto, por lo que se debe revisar que la potencia contratada sea realmente la que se necesite.
- Energía consumida: el precio del kWh variará en función de la cantidad de energía que se consuma, por lo que se debe conseguir un consumo de la vivienda bajo.
- Promociones: los descuentos pueden ayudar a ahorrar, pero hay que tener en cuenta las condiciones y duración de la promoción.
- Servicios de mantenimiento: muchas tarifas eléctricas van acompañadas de servicios de mantenimiento a cambio de una pequeña cantidad mensual. Eso puede ser un factor diferencial a la hora de escoger la mejor opción.
Si quieres saber qué oferta te puede encajar mejor y cuál es la más rentable, te recomendamos revisar con frecuencia lo que pagas usando el comparador de tarifas de luz. Además, también te puede resultar muy útil la calculadora para saber cuánto pagarías en función de tus hábitos de consumo.
